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IreneSaez

Historias de María - 22 -

Los carnavales, los esperaban tanto los niños, como los mayores. El día de los niños, era el jueves anterior, al domingo de carnaval, y lo llamaban el Jueves de Todos. 

Ya desde la víspera, cogian papelillos de colores (a veces guardaban los de los caramelos) y en la escuela a la hora del recreo, los cortaban muy pequeñitos. Los llamaban "copetes" pero la señorita les dijo que se llamaban confeti, y en clase, lo buscaron en el diccionario. El Jueves de Todos no había clase, todos los niños madrugaban, y hacian un muñeco grande de paja, lo llamaban el Palanquin. Lo vestian con ropas viejas y lo ponian atado sobre un burro, se montaba uno de los niños mayores con él, para que no se cayera, y de esta guisa iban a todas las casas pidiendo, para hacer una merienda. Cantaban una canción que alguien había hecho para la ocasión, y que todos conocian desde siempre.

Tengan buenos días/ que a Jesús traemos/ con sus llagas vivas/

si le dan pasiones/ si le dan espinas/

a la Virgen Pura/ que es Madre de Dios/

Hoy venimos a esta casa/ con muchísima alegría/

para ver si recogemos/ para una buena tortilla/ 

Chorizos y huevos/ es lo que pedimos/

 y alguna morcilleja/ también recibimos/

¡Un choricillo por Dios! (y otro por la Virgen que son dos) añadian algunos.

Esta señora como es tan buena/ y tiene tan buen corazón/

nos dará buena propina/ para empinar bien el porrón/ 

A los niños de la escuela/ no se les puede negar/

un pedazo de torrezno/ para esta tarde merendar/

Y todo el mundo les daba cosas: dinero, huevos, morcilla, un trozo de chorizo... Antes de marchar, rezaban un padrenuestro por los difuntos de la casa y se despedian, finalizando la canción.

Adios que nos despedimos/ de esta casa santa y buena/

Que nos ha dado limosna/ a los niños de la escuela/

Y seguian haciendo lo mismo en cada casa. Al acabar se marchaban todos a comer, y por la tarde, hacian tortillas con chorizo, en la casa en la que estaba la maestra. Después de merendar quemaban el palanquín, y así se acababa la fiesta. Un año María y sus amigos se cambiaron las ropas, las niñas se pusieron los pantalones de los niños, los niños las faldas y vestidos de las niñas y asi vestidos, se fueron al pueblo más cercano, no les conocia nadie y lo pasaron muy bien. 

La fiesta de los mayores era el martes de carnaval. Aqui no se disfrazaba nadie, los mozos hacían una merienda en la taberna, las mozas hacían chocolate en una casa y luego se juntaban todos a jugar a cartas. 

 

 

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