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IreneSaez

Historias de María - 21 -

-Me ha dicho la Vicenta -siguió diciendo su madre-, que se marchan.

¿Y dónde van? -dijeron todos 

-Ha dicho que cuando recojan la cosecha, se irán a Bilbao.

¡Otros que se van a Bilbao! -dijo su padre

-Pues dice, que Lorenzo, quiere ser municipal.

-¿En Bilbao? que bien -dijo la otra hermana de María.

-Pues a este paso no vamos a quedar cuatro -dijo su padre.

María que sólo pensaba que se iban sus amigos, Carmelo y Maria Luisa, dijo: -y nosotros en la escuela igual, entre los que ya se han salido y los que se van, quedamos muy pocos. El año pasado también se fueron Paulino y la Maxi.

En el pueblo a las chicas les ponian el ’la’ delante del nombre. A ella le llamaban la Mari. Siguieron hablando, y María un poco aburrida, pidió permiso para ir a buscar a su amiga. Esta vivia en una casa grande, con sus padres y sus siete hermanos. Los mayores eran los chicos y después las chicas, ella era la mayor de las chicas. Habia tenido una hermana más mayor, que se murió con catorce años. Sus padres tenían una gran foto de ella en su cuarto, era muy guapa. 

¡Que lástíma de chiquilla! decía la madre de María, cuando hablaban de ella.

La casa era de tres plantas. A la entrada tenía un patio grande, al lado los corrales, encima de estos el pajar y la era. Y junto a la casa y el patio había una hermosa huerta. Además tenían un rebaño de ovejas y un perro.

Al perro lo llevaba su hermano, a la loma con las ovejas, pero ese día llovía y volvieron antes a casa. María no contaba con ello y al entrar en el patio, salió el dichoso chucho, llegó a ella tranquilito, pero le dió un gran susto. Ella era muy miedosa y no fue capaz de moverse. El perro se fue tranquilamente, y desde entonces ya no le tuvo miedo. Cuando se lo contó a su amiga, esta se echó a reir y dijo: ¡pero si Ricardo es un santo. (Ricardo era el perro).

Lo bueno era, que las dos vivian "cerquita" como ellas decian. Con toda la gente que vivia en aquella casa, estaba siempre muy animada, y a María le gustaba ir alli. Como tenía hermanos de todas las edades, siempre había muchos niños, y aunque tuvieran que estar en la cuadra, todos lo pasaban estupendamente.                                                  

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