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IreneSaez

Historias de María - 20 -

María tenía varias amigas, pero una de ellas era su mejor amiga. Cuando salían al recreo, aunque jugaban con todas, a ellas les gustaba estar juntas. Cuando salian de clase, iban a casa de María a hacer los deberes y a estudiar, a veces también compartían la merienda.

Aquella tarde al entrar en el comedor, vieron una radio encima de la cómoda. ¡Una radio! ¡Qué bien! -exclamó María alborozada.

Las dos amigas la miraban sin poder creer lo que veían.

-Vamos a preguntar a tu madre, a lo mejor no es vuestra-, dijo su amiga.

-Tu padre la compró hace unos días, la han traído hoy -dijo su madre -sabíamos que te gustaría. Y les dió unos caramelos, que las dos niñas recibieron con gran alegría.

La primavera se acercaba y con ella venían un montón de fiestas: los carnavales, las vacaciones de Semana Santa, las primeras Comuniones, la Ascensión, San Isidro y el Corpus, y lo mejor era que ya no hacía tanto frío. La familia de María estaba reunida en la gloria, después de arreglar a los animales y haber hecho las tareas de la casa. Estaba lloviendo y ese día no habian ido al campo. Faltaba su madre, que llegaba sofocada (como ella decía).

-¡Madre mia, que manera de llover, menos mal, que mi hermana me ha dejado una manta, si no, me pongo buena! -exclamó la madre de María.

-He ido -siguió diciendo- a ver a Isidoro, me ha dicho mi hermana que no está nada bien.

-¿Que le pasa al tio? -preguntó la hermana de María.

-No lo sé, pero el médico, se lo ha puesto bastante mal -dijo su madre.

-¡Vaya, otro que se pone malo! -dijo su padre.

La madre de María vestía de negro, hacía más de dos años, por las muertes de su hermana y su cuñada, las dos se fueron casi a la vez. Si alguien se moría, iban de luto riguroso (de negro, de pies a cabeza) más de un año. Luego se vestían de alivio-luto y estaban otro tanto tiempo. Así que, como había mucha gente mayor, se podía llevar luto durante años.

María no había conocido a sus abuelos. Su madre que era muy aficionada a los refranes solía decir. <Quien no conoce a sus abuelos no conoce día bueno>.

                

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