Historias de María -12 -
María estaba encantada de vivir junto a la escuela: miraba a los niños cuando entraban todos formalitos en fila, cuando iban a jugar al recreo, o cuando salian atropelladamente para ir a comer a casa. Le gustaba oir cantar a los niños, su madre le decía que estaban estudiando la tabla de multiplicar. A ella le gustaba: dos por dos cuatro, dos por tres seis... Pero todavia era pequeña. En casa le decian que no tenía edad para ir a clase. Un día que María y su madre estaban a la puerta de su casa, al salir la maestra de la escuela, se paró a hablar con ellas.
-Buenos días -saludó la maestra.
-Buenos días -contestó la madre de María.
La maestra miró a María y le preguntó -¿Cuando vas a ir a la escuela?
-No sé, todavia no tengo edad para ir.
-¿Cuantos años tienes?
-Cinco.
-Pero entonces... ya te falta poco ¿Cuando cumples los seis?
-En abril
María era un poco tímida y hablaba sin mirar a la maestra. Nunca había hablado con ella, pero le parecía muy simpática.
-¿Te gustaría entrar mañana conmigo?
-Pues... no sé.
María le miraba a su madre como pidiendo su aprobación.
- Mañana te espero -dijo la maestra-, mejor por la tarde, para que no tengas que madrugar.
La maestra siguió hablando con su madre y al despedirse volvió a repetir.
-Mañana te espero.
-Gracias -dijo la madre de María.
¿Que te ha parecido la señorita? -preguntó su madre a María.
-Bien.
-¿Quieres ir a la escuela?
María no estaba muy segura, a veces oía a sus primos que les castigaba, si no sabian la lección.
-¿Y si me castiga?
-Por qué te va a castigar?
-Si no me sé la tabla...
-No te preocupes, ahora no tendrás que estudiarla.
María se quedó mas tranquila y dijo:
-Bien, pues mañana, esperamos aqui a la seño ¿vale?
Y entraron en casa riendose. Así empezó su etapa escolar.
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