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IreneSaez

Historias de María - continuación 9

Las mañanas de los domingos, con el buen tiempo, después de la misa, los mozos jugaban a la pelota en la pared de la iglesia, los hombres iban a la taberna hasta la hora de comer, las mujeres iban a coger la vez para cocer el pan y después se iban a casa a hacer la comida. La comida por los años 50 no era demasiado abundante, pero si era sana. Las fincas se abonaban con el estiercol de las cuadras y corrales, y la comida de los animales era absolutamente natural, por lo que, tanto los productos vegetales como los animales, eran totalmente ecológicos como ahora se les llama. La mayoría de los días, se comia cocido de legumbres: alubias, garbanzos o lentejas, con patata, arroz o verdura. Si había chorizo, morcilla o tocino, todo estaba más sabroso. Se cocia en un puchero de barro a la lumbre del hogar, y tenía que estar hirviendo más de una hora. Si tenia carne de oveja, cerdo o vacuno, aún tenía que estar más tiempo cociendo. Los domingos y días de fiesta se distinguian haciendo una paella, patatas o sopa de fideo, con conejo o pollo. De segundo plato, el resto del conejo o pollo. Además de la misa y el rosario, cambiar de comida era la mejor forma de celebrar y santificar las fiestas. ¡Como mandan los Santos Mandamientos!

El comedor en casa de María, se utilizaba cuando había invitados y en los días de las fiestas de Gracias, entonces se sacaban a la mesa los mejores platos, vasos y cubiertos. También lo usaban algunos días de verano ya que era la habitación más fresca. Los demás días se comia en la gloria o en la misma cocina.

Sacar la comida del puchero a una fuente o sopera se llamaba ’escudillar’ y se solía hacer un rato antes de comer para que se fuera enfriando. La comida se servia a la mesa, en la misma fuente o sopera y con una cuchara cada comensal, iba comiendo de ella, hasta que se acabara. Luego se echaba en la misma fuente lo que hubiera de segundo plato y nuevamente, con un tenedor cada cual, cogia sus tajadas. Naturalmente no podían faltar, el buen pan de la hogaza y el vino del porrón.     

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