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IreneSaez

HISTORIAS DE MARIA - continuación 2

Esta labor se hacía a finales de otoño, ya preparadas las fincas se sembraba la mitad de ellas. La semilla era echada en la tierra a mano (o voleo) desde unas alforjas o sacos que el sembrador llevaba a la espalda. La otra mitad se dejaban sin sembrar o barbecho, o se alternaba sembrando en ellas patatas, remolachas, berzas etc. Cuando los días eran más cortos se llevaba la comida al campo, sobre todo si las fincas estaban lejos.

En estos pueblos en los que solo había agua dura, tenían un sistema para tener agua blanda en sus casas. En todas ellas había una habitación en la planta baja, llamada tinajero, en la cual tenían tinajas y uralitas. En las casas más grandes también había dépositos hechos con cemento. Las tinajas eran unos recipientes grandes hechos con barro cocido y tanto estas como los depósitos, se llenaban con agua de lluvia, la cual se usaba para hacer las comidas y lavar la ropa.

Las uralitas eran otros recipientes aún más grandes que las tinajas hechas de Uralita (de ahi su nombre) con un grifo en la parte baja, estas se llenaban con agua de nieve, y se guardaba para beber. Para llenar estos recipientes, cuando llovia, se cogia el agua que caía de los tejados a los canalones, de aquí a las tuberias (que llamaban limas) y que bajaban por las paredes de la casa. Dichas tuberias o limas se llevaban al tinajero hasta las tinajas, uralitas y depósitos.  CONTINUARA

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