El duende
Tengo un duendecillo en casa, que pretende ser mi amigo,
le gusta esconderme cosas y quiere jugar conmigo.
El pequeño duendecillo es un poquito pillín
y como es invisible, gusta burlarse de mí.
Son geniales sus ideas y enorme su simpatia,
pero a veces con "sus gracias", me fastidia un poco el día.
Entra en todos los rincones, como Pedro por su casa,
y al verme buscar las cosas, se rie con mucha guasa.
Duendecillo juguetón, me haces mucha compañía,
como el Angel de mi Guarda, conmigo estás noche y día.
Sigue conmigo mi duende, y acómpañame también
cuando salga de mi casa ¡estoy contigo tan bien!
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