Negras sombras
Detrás del viejo espejo
invisibles se adivinan negras sombras,
sombras, criaturas de la noche
que se mezclan con mis sueños en la alcoba.
Mi conciencia está confusa por completo,
ya no sé si sueño o desvario,
es mi mente un caballo desbocado
inmerso en las quimeras de mi sino.
Voy huyendo de fantasmas
que recorren en silencio mi camino,
y juntos penosamente llegamos
al final de la senda en el abismo.
Navegando por un mar de soledades
voy remando con el mar embravecido,
impasibles me miran las sirenas
que se ocultan tras las olas, cerrando los postigos.
Tenebrosa noche de horas interminables,
noche lóbrega, sombria y traidora,
tiempo de oscuridad y pesadillas
que se diluyen con la llegada de la aurora.
0 comentarios