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IreneSaez

BURGOS, MI TIERRA

LA CATEDRAL EN EL CORAZÓN

Ante la fábrica maravillosa de la catedral -dice Teófilo Gautier: "Aunque se mirara dos años seguidos no se vería todo; es algo gigantesco como una pirámide y delicado como una joya femenina, y no se comprende cómo tal filigrana puede sostenerse en el aire durante siglos y siglos... Burgos tiene una catedral que es una de las más bellas del mundo". 

SU PROVINCIA

Al norte de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, la provincia de Burgos, con sus 14328 km  -una de las más grandes de España-, presenta a los ojos del visitante una diversidad de paisajes de acentuados contrastes, lejos de aquella definición simplista de parameras y tierras mesetarias. Característica fundamental de la provincia es su heterogeneidad, contrastando la zona de llanuras en el centro y sur, tierras de cereal que se extienden por los páramos, desde La Lora hasta las orillas del Duero, cerca de Aranda, con las montañas del norte y noroeste, últimas estribaciones de la Cordillera Cantábrica, y las elevaciones rocosas del Sistema Ibérico, con los grandes bosques de pinares en la Sierra, y los fértiles valles de La Bureba y cuenca alta del Ebro, al norte. Su peculiar orografía determina, en la geografia peninsular, las divisorias de aguas de las vertientes cantábrica, atlántica y mediterránea. El Ebro, al norte y el Duero al sur, riegan con su multitud de afluentes la provincia, dividida en tres cuencas: al norte, en el valle de Mena, el Cadagua entrega sus aguas al Nervión, camino del Cantábrico. El Ebro, por los antiguos partidos de Sedano, Villarcayo, Briviesca, Belorado y Miranda, riega unos 4882 km de la provincia, en sus 145 km de recorrido. Por último la cuenca del Duero -el gran "Padre Duero" de nuestros poetas- comprende el resto de la provincia, dos tercios, discurriendo sus aguas desde La Vid hasta Roa, pasando por Aranda, y recogiendo las aguas fuera ya de nuestra provincia, del Arlanzón y Arlanza, rumbo al Atlántico. Situada la provincia burgalesa en la meseta septentrional, con alturas medias superiores a los 800 metros y abierta a los vientos, su clima continental presenta también fuertes contrastes, con inviernos largos y fríos y veranos cortos, aunque calurosos. La variedad del clima, con diferencias extremas aún dentro del mismo día, nos obligará, en nuestra visita a Burgos, a ser cautos, y venir prevenidos de ropa de entretiempo. Aunque no es tan fiero el león como lo pintan, pues el ambiente seco hace llevaderas las heladas en días de cielos azules, lejos de las incomodidades de los lugares húmedos. Según y cuando sople el viento, nuestros abuelos conocen el tiempo que va a hacer: si sopla el norte, que aquí llamamos cierzo, frío; si el sur o ábrego, templado; si el regañón, que viene del oeste, lluvias y si sopla del sur-este, el solano, calores secos y sofocantes. La variedad de su orografía ofrece variedad de paisajes. Al norte, las cumbres de Ordunte parten divisorias entre el valle de Mena en Burgos y el valle de Carranza en Vizcaya, con vistas, en días despejados, del Cantábrico, entre Laredo y Santoña. Crecen en estos valles el roble, la haya, la encina, el boj y el acebo, entre repoblaciones de pinos y eucaliptos. Y entre las cornisas rocosas vuelan las rapaces y corre entre los bosques el jabalí, el corzo y entre la espesura, el lobo. Algunos ejemplares de nutria tienen aquí, en las proximidades de los ríos, su hábitat. Tierra de pinares, la Sierra de la Demanda y Neila, situadas en el extremo sur de la Cordillera Ibérica, al Suroeste de la provincia, ofrece la belleza de sus paisajes montañosos por los que corren los ríos Arlanza, Arlanzón, Najerilla, Oca, Tirón y Pedroso, entre bosques de hayas, robles, abedules y pinos. Dominando la Demanda, el San Millan, con sus 2131 metros de altitud, el pico más alto de Burgos. La Campiña en la Sierra de Neila, alcanza los 2048 metros, en los humedales de las Lagunas Altas, cerca ya de los Picos de Urbión. Declarada la Sierra de la Demanda Reserva Nacional de caza, entre su abundante fauna destacan el corzo, el ciervo y el jabalí, sin olvidarnos del conejo, la liebre el zorro y el lobo. En contraste, pequeños altozanos pelados y tierras de labor, extienden la monotonía de su paisaje, adusto, y mesetario en el oeste de la provincia, entre cultivos de cereales, y eriales donde florecen tomillos y junto a los riachuelos carrizos y espadañas. Cerca de los humedales de Melgar de Fernamental, por donde discurre el Canal de Castilla, se reproducen la avutarda, los sisones, las ortegas y la perdiz roja. Entre los mamíferos el conejo, la liebre y el zorro. Otros espacios naturales y paisajes sobresalientes los iremos descubriendo a lo largo de nuestra visita por tierras de la provincia de Burgos.

DEL LIBRO -VISITA BURGOS Y SU PROVINCIA- DE JUAN RUIZ CARCEDO

Que lejos estaban algunos poetas como Rosalia de Castro o  Antonio Machado cuando escribian:

Solo ponzoñosas charcas / sobre el ardoroso suelo / tienes, Castilla que mojen / esos tus labios sedientos. / Que el mar te dejó olvidada / y lejos de ti corrieron / las blandas aguas que traen / de plantas cien semilleros. / Ni árboles que te den sombra / ni sombra que preste aliento... / llanura y siempre llanura, / desierto y siempre desierto... / En verdad que no hay, Castilla, / nada como tú tan feo, / que mejor aún que Castilla / valiera decir infierno.
NO HAY DUDA QUE ROSALIA ESCRIBIÓ SEMEJANTE POESÍA EN UN MAL MOMENTO. ELLA ERA UNA EXCELENTE POETISA. POR SER DEMASIADO LARGA SOLO HE ESCRITO UN FRAGMENTO.

TAMBIÉN ANTONIO MACHADO QUE TANTO Y TAN BIEN ESCRIBIÓ, FUE  DEMASIADO LEJOS CUANDO AL POETIZAR A CASTILLA, LANZÓ UNOS VERSOS, NO MUY AGRADABLES PARA CUALQUIER CASTELLANO.

Castilla miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora. / ¡Oh, tierra triste y noble, / la de los altos llanos y yermos y roquedas / de campos sin arados, regatos ni arboledas; / decrépitas ciudades, caminos sin mesones, / y atónitos palurdos, sin danzas ni canciones.

El burgalés siempre ha danzado y siempre ha cantado. Hasta un centenar de danzas autóctonas tenemos en nuestros pueblos, muchas de ellas con acompañamiento coral. Son danzas que ya existian allá por el siglo XVI, ya que hay documentación que habla de ello. Y esas danzas persisten, con igual encanto y sencillez que tuvieron en las ignoradas y lejanas fechas de su nacimiento.  

                                                                                

1 comentario

José Luis Sáez Sáez -

Hola:
He llegado a tu blog a partir de conocer el blog de Faustino Calderón Los Pueblos Deshabitados. Yo vivo en Madrid, apenas voy por mi pueblo,Quintanaloraco, pues mi familia vive en Burgos. No obstante, le he cogido un cariño especial últimamente, y he publicado el blog http://quintanaloranco.blogspot.com
Me ha emocionado profundamente leer el reportaje de Castil de Carrias que Faustino ha hecho con tanta dignidad y con tu colaboración, y que ha despertado tantos recuerdos (nací en el 1949), pues todo lo que cuentas es similar a lo que viví. Saludos cordiales.